Reseña: Rash
Ya habían pasado nueve años, casi una década; desde que se habría hecho en el 2005 una adaptación live action de Constantine. Con una película dirigida por Francis Lawrence -el mismo que dirigió los Juegos del Hambre- y protagonizada por Keanu Reeves. Contando incluso con el aval de la misma editorial Vértigo y con un guion donde se adaptaron libremente personajes creados por Alan Moore y Jamie Delano. Hasta ahí todo bien, perfecto. Ahora vayamos a la película.
En los primeros minutos nos presenta un lugar abandonado, algo así como un galpón, el cual nos dan a entender que es en México. Dentro del mismo se encuentran dos hombres, que parecieran estar hurgando entre la basura, y es uno de ellos quien encuentra, por debajo de unas tablas en el piso, una especie de puñal envuelto por una bandera nazi. -Nada sospechoso- Que al tocar su hoja, lo envuelve en un transe, el cual lo hace caminar en línea recta hacia el desierto. Sin que nada lo detenga, aun cuando al cruzar la calle, llegará a ser atropellado por un camión. Luego la atención del espectador, de una escena a otra, es redirigida hacia un taxi que se estaciona frente a un edificio. De donde baja un tipo morocho, alto, vestido con camisa blanca, gabardina y cortaba negra, y con un cigarrillo entre los dedos. ¿Y quién será que es? Nos lo dicen al instante cuando, un joven Chas -amigo de John-, lo llama “Constantine” desde la ventanilla del taxi.
Con esto ya podemos predecir que la historia irá por buen camino –apareció una bandera nazi de la nada-. Y que nunca hubiéramos podido prever nada de las cosas que vinieron después. Como la historia de las gemelas, Isabel y Ángela Dodson. Quienes poseían el don de ser videntes. Aunque una de ellas -Ángela- lo hubiese reprimido en su infancia para no ser llevada a un manicomio. Pero la muerte de su hermana haría que se replantease toda esa idea de volver a relacionarse con lo oculto.
Y así es como busca a John Constantine para que la ayude. Pero este no la escucha, ya que aun está conmocionado porque le hayan diagnosticado cáncer de pulmón. Logrando hacer una clara referencia al argumento de la historia “Hábitos Peligrosos”, publicado en las páginas de Hellblazer. Lo cual más adelante -casi al final- hará que se decidida por sacrificarse para ayudar a su amiga vidente Ángela -cortándose ambas muñecas-, por lo que en consecuencia, hizo que obtuviera su salvación de su alma. Pero hay que aclarar algo antes.
Porque esta versión de John Constantine, a diferencia de los cómics, nació con un don que no deseó poseer. Que es el de ver demonios en este plano de la realidad –porque hay dos planos, la tierra y el infierno-. Razón por la que cuando era un adolescente, sin poder ya soportar sus “visiones”, decidiría suicidarse. Pero esto le traería un precio muy grande, porque cuando murió -en los cinco minutos en que lo estuvo, hasta que lo revivieron los paramédicos- su alma quedo ligada al Infierno. Y es a causa de esta ofensa – la de tomar él mismo su propia vida- que cuando muera, Lucifer mismo reclamará como suya su alma. Aunque Constantine, por mas exorcismos que haga y expulse a todos los demonios de este plano, de nuevo al infierno. No podrá evitar.
Y es bajo este argumento que ira formándose la trama de la película. En un ir y venir de Ángeles y Demonios. Entre los que se encuentra el Arcángel Gabriel, interpretado por Tilda Swinton -que encarnaría después a la Bruja Blanca en las Crónicas de Narnia-. Que traicionando a Dios, opto por ayudar a Mammon, hijo de Lucifer; encontrando la Lanza del Destino. El cual -supuestamente- es la daga con la que torturaron a Cristo en la cruz.
Con esto de encontrar la Lanza del Destino, y de usarla para asesinar a Ángela, lo que Gabriel busca es otorgarle un permiso divino a Mammon, y así poder ingresar a este mundo. Logrando cumplir una de sus mayores ambiciones, que es la de tener más poder que el de su padre. Pero Constantine, sabiendo lo que eso significa buscará detenerlo. Para lo cual interferirá en el ritual, cometiendo suicidio, para así invocar a Lucifer. Quien detendrá a su hijo y hará que, por su insolencia, Gabriel se convierta en un mortal.
Terminado el repaso de la trama. Falta decir que del resto de los personajes, solo dos son rescatables. El primero, el joven Chas -que en este caso se apellida Kramer y no Chandler-, que aparece como uno de los socios que ayudan a Constantine y, al final, luchan junto a él contra las fuerzas de Mammon. Algo a considerar de esta versión, es que al ser más joven que John, hace que nos identifiquemos con su entusiasmo y esfuerzo por aprender de lo oculto. Y en segundo lugar, Papa Midnite, el cual aparece como una especie de dueño de un club nocturno. Aun conservando su aspecto de los cómics. Sin dejar muy en claro si conserva el de los poderes obtenidos de ser un medico brujo.
Ahora bien, la serie de televisión. La cual fue anunciada por la NBC en el 2013, y estrenada un año después, siendo protagonizada por Matt Ryan, como John Constantine. Así como por Charles Halford, en la piel de un Chas Chandler más viejo que el de la adaptación anterior. Quienes tan solo tendrían una sola temporada -posteriormente cancelada- de trece capítulos.
Lo cual es una lástima, porque parecía que esa vez, le habían dado en el clavo. Ya que, tanto en el argumento como en los personajes, se respetaron mejor las viñetas escritas -tomadas también como influencia visual- de la etapa de Jamie Delano en Hellblazer. Con adaptaciones casi literales de muchas historias. Logrando coincidir de una forma casi natural con los cómics. Sin dejar que los cambios propuestos en la serie se alejaran mucho de la esencia de los mismos personajes.
Como es el caso de Chas, que lo vemos morir a los pocos minutos del primer capítulo - sin aclararnos nada-, para luego encontrárnoslo al final del mismo, además, de enterrarnos de que no puede morir. Cosa que luego nos explican -de hecho el mismo Constantine lo hace- de que eso ocurre a causa de un hechizo, conjurado por John; por el cual Chas absorbió el alma de todas las víctimas del derrumbe de un bar en el que él estuvo presente. Del que, no solo saldría ileso del mismo, sino que también con un contador de futuras vidas. El cual Chas podría usar en un futuro para revivir. Mientras aun conservara vidas en su contador. Enumerándonos de que no pasan de las cuarenta.
Y no solo con esto, sino con otros miles y miles de ejemplos más, que irán mostrándonos a ese Constantine hechicero y conocedor de demonología. El cual pareciera haber salido de las páginas de Hellblazer, y del que nos quedaríamos con las ganas de ver en la película del 2005.
Porque a decir verdad, y pareciera vérselo en la imagen misma que nos da el actor -con tatuajes en todo el cuerpo,parecidos a los del Constantine del cómic- ,que Matt Ryan se tomo muy enserio esto de ponerle piel al personaje. Ya que, luego de haber sido cancelada la serie en 2015, Ryan volvería para interpretar su papel de John Constantine en un crossover con la serie de Arrow. Logrando hacer que compartan un mismo universo televisivo. Aunque no solo en esa ocasión, porque luego haría lo mismo con la serie de Legends of Tomorrow. Participando en algunos episodios de la tercera temporada y convirtiéndose en principal para una cuarta.
Sin mencionar con que daría su voz para las películas animadas del DC Animate Universe, como Justice League Dark y Constantine: City of Demons.
Agregado a todo eso, y volviendo a la serie, nos encontramos con historias ambientadas de un marcado tinte -en comparación con la película- más inclinado hacia temáticas de terror y ocultismo. Donde en más de una ocasión participaría el ángel Manny. Como un nexo, entre los temas esotéricos y lo necesariamente divino, con una actitud más pacífica y carismática de lo que fuera el Arcángel Gabriel de la versión cinematográfica.
Porque el ángel Manny -interpretado por Harold Perrineau- debe mantener un constante seguimiento de los avances obtenidos por Constantine, quien lucha por detener junto a sus compañeros -Chas y la vidente Zed Martin- a la Oscuridad Creciente. Que es un estado en el que se fortalecen todas las fuerzas malignas que existen en el mundo, amenazando con destruirlo todo, y ante el cual Manny ha llamado a John para poder detenerlo. Por ser el único capaz –y preparado- en hacerlo.
Debiendo enfrentarse en su camino con personajes como el hechicero Felix Fausto y el médico brujo Papa Midnite. Logrando establecer alianzas con ángeles, así como también, invocando demonios para que ocupasen temporalmente su cuerpo. Acareando en su condenada alma el irremediable peso de haber enviado al infierno -a causa de su propio ego e insolencia- a una inocente niña, llamada Astra, la cual permanecerá por siempre en manos del demonio Nergal.
…
Y… es así como concluyo finalmente con mi humilde reseña sobre ambas adaptaciones en live action, tanto de la película como de la serie, sobre John Constantine. Ojala les haya gustado -y entretenido- leerla.
Déjenme su opinión en los comentarios. Son de mucha ayuda para saber si les intereso el tema y los aportes que se pueden sacar de ellos.
Por más reseñas pueden visitar mi blog –que después de abandonarlo por algún tiempo, volví abrirlo al público-, les dejo por acá el link si quieren ir a verlo.
EL MARCIANO ADOPTIVO (Blog).
En el blog:
- John Constantine: Hellblazer (parte 1)
- John Constantine: Hellblazer (parte 2)
- John Constantine: Hellblazer (Remasterizado)
Más reseñas en su índice.
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