Título original: Scoob!
Año: 2020
Duración: 93 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Tony Cervone
Guión: Adam Sztykiel, Jack C. Donaldson, Derek Elliott, Matt Lieberman
Con: Will Forte, Mark Wahlberg, Jason Isaacs, Gina Rodriguez, Zac Efron, Amanda Seyfried.
Grado: B-
Reseña: Hugo C
Scoob! (2020) es la más reciente iteración cinematográfica de la franquicia de Scooby-Doo. A estas alturas, ¿hace falta que diga de qué se trata, o que nombre a los integrantes de la Scooby Gang? Aunque, como bien ha dicho alguna vez Jorge Corona, el público se renueva, así que, allá vamos, sin repetir y sin soplar: Scooby-Doo (llamada en Latinoamérica Misterio a la orden) es una serie de animación creada por Joe Ruby y Ken Spears para el estudio Hanna-Barbera a finales de la década del 60. Cuenta las aventuras de un grupo de adolescentes o pos-adolescentes que resuelve misterios de origen aparentemente sobrenatural. Los integrantes del grupo son: Fred Jones, Daphne Blake, Velma Dinkley, Norville "Shaggy" Rogers y por supuesto, Scooby-Doo, el gran danés parlante.
El cartoon original supo tener un estilo de animación simple pero relativamente realista, más similar al de Jonny Quest o Superfriends, que al de The Flintstones o The Jetsons, y ese estilo se mantiene, adaptado al siglo XXI, en esta película. Dos cositas: una, es obvio lo mucho que los animadores de Scoob! le deben a Pixar –como casi todos los animadores de este siglo–, y dos, los personajes de esta película tienen el tipo de diseño que me hubiese gustado ver en The Incredibles (2004), es decir, bajando un cambio en lo caricaturesco. Lo que quiero decir es que me sorprendió gratamente el (re)diseño de los personajes en Scoob!. Siendo que la acción ya no transcurre en 1969, el pañuelito anudado de Fred quedaba un poco fuera de lugar, al igual que la ropa del resto de la pandilla, pero los animadores no se conformaron con actualizar el vestuario sino que le dieron una lavada de cara al diseño de los muñecos en sí, y me parece que es una mejora: siguen manteniendo sus individualidades pero ya no desentonan en una historia ambientada en este siglo.
Las aventuras del cartoon de la TV son más bien simples y suelen repetir un mismo esquema: un "monstruo de la semana", que frecuenta una determinada locación (por ejemplo, un parque de diversiones, un muelle, etcétera) y que termina siendo desenmascarado como alguien disfrazado para lucrar o beneficiarse de algún modo. "Hubiera podido salirme con la mía, de no ser por estos chicos entrometidos…" No hay espacio para el desarrollo de los personajes, así que Fred es y será el fortachón, Daphne la coqueta, Velma la inteligente, Shaggy el glotón, Scooby el cobarde. Los monstruos de turno suelen ser a veces bastante aterradores –al menos para el público infantil– pero nunca dejan de ser una ilusión, un disfraz, y en ningún caso hay derramamiento de sangre ni víctimas fatales. Scoob! no escapa a esas reglas, o casi.
Sin embargo, Scoob! no es tan sólo un episodio doble (o triple) del cartoon para TV: la historia separa a Shaggy y Scooby del resto del grupo y corre por esos dos carriles hasta casi el final de la película, y además nos ofrece un flashback que es una historia de origen, un "Scooby-Doo Año Uno", si lo prefieren –tal vez la parte más disfrutable de la película–, que nos cuenta el primer encuentro entre Shaggy y un Scooby aún cachorro, y la primera vez que la Scooby Gang resuelve un misterio.
Scoob! además introduce nuevos personajes, o mejor dicho, reintroduce personajes viejos. Afortunadamente no se trata de Scooby-Dum ni de Scrappy-Doo, a Dios gracias, sino de personajes que hasta ahora no habían aparecido junto a Scooby-Doo, a menos que contáramos sus apariciones en Laff-a-Lympics.
Laff-a-Lympics (en Latinoamérica, Las olimpiadas de la risa) era otro cartoon de Hanna-Barbera en la que cada semana se organizaban competencias entre distintos grupos de personajes de la casa: estaban los Yogi Yahooeys, con el Oso Yogui, Huckleberry Hound, Quick Draw McGraw y otros; los Scooby-Doobies, con Scooby-Doo, Shaggy, Blue Falcon, Hong Kong Phooey y Captain Caveman: los Really Rottens, con Mumbly, Dread Baron, Mr. Creepley y otros villanos. (Por una cuestión de derechos, Mumbly y Dread Baron hacen aquí las veces de sucedáneo de Muttley y Dick Dastardly, respectivamente.) Los villanos hacían trampa, por supuesto, pero casi nunca ganaban. Lo que a uno en su momento le partía la cabeza era la coexistencia entre los diversos estilos de dibujo de los personajes. En la película hay una maquinola de arcade con el nombre "Laff-a-Lympians" aludiendo a este cartoon que duró dos temporadas.
Scoob! tiene algo en común con Laff-a-Lympics, y es la presencia de personajes importados de otras franquicias: están Blue Falcon y Dyno-Mutt, está el Capitán Cavernícola, está Dick Dastardly y está Muttley. Es como si estuvieran queriendo armar un MCU con muñequitos de la casa.
Todo esto atenta contra la estructura de la película y la convierte en otra cosa, en un amasijo de elementos que no siempre hacen clic, desorientan y distraen de la historia principal. Lo del Capitán Cavernícola es lo más forzado –al tipo lo meten con calzador y se nota–, pero hay diálogos, situaciones e incluso personajes que evidentemente están incluidos para que la película resulte "políticamente correcta" y digerible para las mentalidades más progres. Eventualmente termina convirtiéndose en un episodio de Dyno-Mutt. En fin, al menos no hay zombis.
Haciendo una reseña brutalmente honesta, diría que lo más acertado es lo gráfico, lo más mejorable es el guión. Si no hablás inglés, te recomendaría ver la versión con audio original y sin subtítulos, o, si hablás inglés, que probaras con la versión doblada al swahili, o al chino. O simplemente que le bajaras el volumen, ya que lo que los personajes hacen es previsible y lo que dicen no importa demasiado. Te diría que Scoob! es una película que se deja ver, y punto.
Sin embargo, la verdad es que también tengo mi corazoncito, así que mi recomendación más bien va a ser: dale una oportunidad a Scoob! pero no vayas con expectativas demasiado altas ni esperes que te cambie la vida. Vas a pasar un buen rato y vas a olvidar lo que viste en menos de media hora.
Una última cosita: más arriba dije que esta película casi no escapa a las reglas del cartoon de TV, y acá explico el porqué de ese "casi". SPOILER ALERT: si no querés enterarte, dejá de leer y nos vemos en la próxima reseña.
¿Ya se fueron? Bueno, para los que se hayan quedado, acá va el SPOILER: si bien hay un villano al que se desenmascara, en los últimos minutos aparece un enorme monstruo sobrenatural de verdad, es decir, no una ilusión ni un disfraz. Ustedes dirán si les parece bien o si les parece mal. Yo me reservo la opinión. En todo caso, menos mal que tenían a mano un superhéroe para enfrentarse a la criatura, porque si no, ¿qué iban a hacer? ¿Pasarle por encima con la camionetita?
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